domingo, 13 de noviembre de 2011

La música de Papá (1)



La música es viaje en espacio y tiempo. Es viaje en sentimientos. Es viaje en recuerdos.

Escuchamos la música que descubrimos, la música que conseguimos en la calle. La música que recordamos de quienes nos rodean.

Siempre ha sido una pregunta recurrente ¿Y a tí qué música te gusta? ¿Qué tipo de música llevas en tu ipod?

Siempre ha sido una respuesta recurrente: La que sea... Corrí con la suerte de escuchar siempre cualquier tipo de música aprendiendo a valorar la buena música y la música pasajera. ¡Eso sí! (me apuro a comentar) nada que tenga que ver con vallenato o reggaetón, este último déjalo para las fiestas.

Pero, en un país tropical cómo Venezuela, no queda bien decir qué sólo escuchas Beatles, Jethro Tull y cuanta cosa -medio intensa se te ocurra-. Aunque sí, escucho esas bandas también.

Escucho la música, y la guardo con cariño, la música de papá...

Un padre hallado en medio de los años 70's, años en los que cursaría sus estudios universitarios de medicina y aunque muchos por la época enloquecerían con el disco music y esas cosas, fue un padre que optó por conocer lo latino, lo de raíz.

No era el mundo todo rockero, como tampoco lo es ahora. Era la época de la experimentación, según recuerdo pude leer en un libro recientemente (Crónicas del Rock Fabricado Acá, por si le queren echar un vistazo). De allí surgirían cosas interesantes. De las experiencias psicotomiméticas a Gerry Weil, de ahí a Alfredo Naranjo, a Frank Quintero y de ahí a las calles para escuchar algo que se venía gestando en Nueva York y que le conocerían como Salsa.

El aguinaldo, la parranda, el danzón y otros ritmos caribeños lo invadieron, como lo mantienen aún invadido... y aunque también conoció de Sandro, Raphael y Camilo Sesto, se declaró en pro de lo latino, de lo que nos define.

No en balde, ha sido la persona que me ha enseñado a querer al bolero como género y pensar más en el como forma de expresión que como "música para despechados". A querer a la salsa, pero no a la salsa erótica, ni a la que te puedes escuchar en una camionetica, sino a la salsa brava; esa que te deja un contenido, una historia, esa que encuentra en sus máximos representantes a Héctor Lavor, Rubén Blades, Ismael Rivera y a Willie Colón y a querer a lo nuestro... la viajadera desde mi infancia escuchando música en el repro del carro, también tenía que pasar por música tradicional "para matizar" y darme cuenta que aquí no sólo manda el joropo.

Esa es la música de mi papá y parte de la música que escucho... ¿Alguna pregunta?

No hay comentarios:

Publicar un comentario